Hola amigos y compadres, después de unos días de descanso de nuestra horrible aventura en la que nada podía haber ido peor me dirijo a contar lo que sé y recuerdo acerca de nuestro fin de semana de desgracias y mala suerte en Amsterdam.
Viernes de mañanísima, tan mañanísima que era noche del jueves, el bueno de Canopadre nos pasa a recoger y sin más dilación que la de dejar las bolsas en el maletero nos vamos los 4 chicos tarraconenses hacía el cutreaeropuerto del Prat a reunirnos con unos reusenses, 3. Durante el camino, Carlos (no encinas), nervioso, llama unas cuantas veces, tras nuestra llegada y un par de interminables colas conseguimos coger la jardinera para entrar en el avión, era ya tarde por lo que a eso de las 10 o más nos plantábamos en el gigantesco aeropuerto de Amsterdam, vamos a buscar las bolsas facturadas, a información a coger planos del aeropuerto y a taquilla a comprar billetes para el tren a la ciudad de Amsterdam.
Llegamos a la ciudad, allí nos dirigimos sin temores a información del tranvía y nos compramos un bono de 72 horas gracias a la información de algun reusenco, nos metemos en un tranvía y empezamos a ver la ciudad, vemos un molino que vi de paso con el tranvía/bus unas 3 o 4 veces pero nunca de cerca, una vez llegamos a alguna parada cercana acabada en Straat buscamos el hostal, está lloviendo, y nos perdemos, entramos en un kebab a comer algo y preguntar pero "los moros son igual de malos en todos lados" y nos engañan. Nos perdemos, andamos durante horas de sufrimiento y duras penurías perdidos hasta encontrar el albergue, un sitio que ha abierto hace 3 días y está totalmente en obras, pero todo nuevecito. Aún no tienen nuestras habitaciones, damos un paseo por el barrio, parece un barrio humilde, vemos el mercadillo y los que no han comido kebab antes, ahora si que lo hacen, un par de reusenses se meten en un Coffee-Shop y por palabras de Gonzalo "casi le da un blancazo". Tras esto volvemos al albergue donde aún no tienen nuestra habitación, nos invitan con unas fichas de los autos de choque a unas bebidas para compensar (quitarnos de encima), conocemos un malagueño que viaja solo, es muy gay aunque no lo diga y que nos persigue los 3 días, posiblemente el arquitecto del sitio. Después nos dan la habitación, huele a nuevo, sábanas por desembalar, los amigos Cano y Cosi usan el forro del edredón para enfundar el colchón, ellos estan en otra habitación donde dicen que hay 2 checas y una australiana muy guapas, nunca las ha visto nadie, posiblemente no existan. Nosotros 5 estamos con un negro de 2 metros con el que duerme Gonzalo que resulta ser un Canadiense psicólogo y que solo quiere seta, posiblemente esta información sea inventada también. Siesta hasta bien entrada la tarda por iniciativa de los mantas.
Nos levantamos y nos dirigimos para el centro, Amsterdam es bonito, de noche se parece a los Slammers de Salou, hay más gente hablando español allí que en las Ramblas de Barcelona, ya no llueve. Cenamos en un italiano cerca de un canal. Estamos felices pero con energías. Empezamos a buscar un capricho de Golofreso, Paradiso, después de largas horas de camino y muchas indicaciones incorrectas conseguimos llegar. Pagamos la entrada, nos cachean, descubren un secreto de Cosi y entramos. Vemos Goose (estan la mar de bien), unos japoneses disfrazados que tocan mal y unos brasileños que hacen ruido pero que "se mueven mucho!", justifica Gonzalo. Pronto estamos extenuados y nos vamos a dormir al albergue.
Día sábado, nos levantamos pronto para desayunar unas rebanadas de pan con embutido, unos cereales con yogurt, cafés, leche y zumos varios. Tras eso nos duchamos y salimos de casa, ya es algo tarde, vemos un poco Amsterdam de día y sus tiendas. Comemos en un argentino donde todos salimos satisfechos menos el estafado Gonzalo. Después nos separamos, los artistas reusenses a comer setas los tarraconenses dirección Heineken Experience, donde no entran por 6 autobuses de cola, así que se dedican a ver museos por fuera, Van Gogh y algun otro, me suena que luego vemos un parque un poco feo, pero en definitiva un parque. Por la tarde visitamos el barrio rojo, todo ordenadito, cada puta en su vitrina, algunas majas, otras no. Cenamos en el chino de un gordo que nos tima y volvemos al barrio rojo de noche, "en mi vida he visto tantas putas ni me han ofrecido tanta droga", Gonzalo y Carlos ya estaban camino de dormir a esas horas, damos una vuelta y 2 reusenses se quedan por allí viendo un show, los otros 3 nos dirigimos de nuevo para el centro a ver que hay, poco de interés, algun borracho holandés que habla español y nos volvemos al albergue a dormir.
Día domingo, estamos cansados, hoy tampoco llueve. Nos tomamos la mañana libre, Gonzalo para dormir, el resto compramos algunos souvenirs después de ver el Amsterdam Arena. Allí comprobamos lo que incredulamente no creen los Casano. Gabri es un ídolo. Museo y campo cerrados por la mierda fiesta "White Sensation" de la noche anterior. Siempre es culpa de la música electrónica. Al mediodía todos nos reunimos y pasamos la tarde por las calles centrales, comiendo en un McDonald's donde "hasta el más negro habla español" y ya nos dirigimos cansados al aeropuerto de Amsterdam. Todo bien correcto, cenamos unas Pringles y nos subimos al habión. Estamos camino de casa, salimos puntuales, llegamos puntuales pero la gran gestión del aeropuerto nos hace sufrir penurias de nuevo. 1 hora o más tarde por culpa de José Luis Prat. Nos recoge padre de Cosano y de vuelta.
Me dejo la historia de Manuel Martín, profundizar en el personaje del malagueño y otros detalles. Entre todos los sacaremos.
Ahora Cano-Gonzalo os harán un post de fotos y comentarios graciosos y así no tendreis que leeros todo esto. No puedo ser...