Post deuda #1: Italia, parte 1

Antes de nada, una foto dedicada especialmente a Adri:


Víctor Navarro, de fiesta en Port Aventura

Y ahora a lo que íbamos...

17 de marzo de 2006... Hace aproximadamente mes y medio... el destino de tres personas estaba a punto de cambiar... Eran Karl Minsk, Heimlich Koreander y Dieter Serafinovic, que estaban a punto de encontrar un maletín rebosante de euros y un cadáver que esconder. Pero esta no es la historia de esos tres señores, sino la de Víctor Navarro, Georgina Zamora y Jose Romero, tres amigos que fueron a pasar una semana a un pueblo perdido de Italia, por hacer algo. Lo siento, es menos interesante, pero es la que hay.

Empezando a disfrutar del magnífico transporte italiano

Después del avión, un bus y un tren, llegamos a Pesaro. Allí comemos nuestra primera pizza italiana y luego pillamos otro bus, el último, para llegar ya a Urbino. Indescriptibles los frenazos que metía el conductor del mencionado bus (más tarde descubrimos que así se conduce en Italia).

Al llegar a Urbino nos tenemos que meter la pateada hasta la residencia, y allí encontramos a unos euforiquísimos Cano y Adri que nos abrazan, se nos enganchan y simulan tener sexo con nosotros. Le doy el ColaCao a Adri y se queda más feliz que unas castañuelas.


Casi no me dejan pasar en la aduana por el ColaCao.

Tuve que decir que era para consumo propio

Como era el día de St. Patrick llevaban ingeriendo cervezas desde el mediodía, así que la alegría reinaba en el ambiente. Después de tan efusiva bienvenida, fuimos a su habitación (¿para qué esperar? ¡directos a lo que toca!), nos encamamos todos con todos (verídico) y procedimos a realizar un acto solemne, mítico, y que supone la culminación de unos hechos que ya han pasado a los anales de la historia tarraconense:


El del fondo no estaba ahí cuando
saqué la foto... ¿Qué dirá Iker Jiménez?

Siento que tengáis que ver esa imagen, pero la vida es dura, chicos. Además, ahora con la distancia, con el Pro en el portátil y sin Casagonzo, la verdad es que todo esto la suda bastante. En fin, que después fuimos a un supermercado a buscar cervezas, y para ello tuvimos que atravesar un bosque con unas empinadas cuestas enfangadas hasta los topes (más adelante hay fotos). Por el camino nos encontramos a unos vascos con linternas en la cabeza que dicen venir de robar en el supermercado (sin éxito; fueron descubiertos) y esto provoca que lleguemos tarde. En el supermercado no nos abren y nos quedamos sin cervezas.
Pero no pasa nada, llega la fiesta. Vamos a tomar algo con Óscar (el del record de horas al Pro) y su novia.


Imposible resistir la tentación

Acabamos yendo al Glamour, donde trabaja el famoso John Michael Knight (más adelante hay fotos), y adquirimos un servicio de barra libre de cerveza durante dos horas. El señor Knight queda sorprendido ante nuestra capacidad de ingesta (especialmente la mía, 3 vasos en unos 5 minutos) y hace algún comentario acerca de nuestra necesidad de bajar ritmo. Cállate y sirve, que para eso hemos pagado.
Bastantes cervezas después, ya la estábamos liando. En el lavabo (aviso: los lavabos de las discotecas españolas son de primera clase al lado de los italianos) dejo pasar a un pobre señor simple y nos hacemos "amigos" de él. Sí, es el famoso Francesco, al que acabamos cantando todos a coro "¡Sácate la polla, Francescooooo!". Adri incluso intenta besarle, sin éxito. He aquí la prueba:


Para que luego digan que los
italianos son demasiado cariñosos...

Y así acabo el resumen del primer día. Mañana tengo que madrugar, y estoy reventando de todo un fin de semana de actividad, así que lo dejo por hoy. Es la única fórmula para cumplir con mis deudas, a pequeñas dosis. Aunque prometo que la próxima abarcará un margen temporal mucho más amplio. En fin, besos y pajas a todos, ¡hasta mañana!

PD: Dejo de cierre una muestra de arte esporádico, obra de Adri en su apogeo alcohólico. Enternecedora.